Tipos de cutis y características de cada piel

Tipos de cutis

Aunque los tipos de cutis es algo que viene determinado de manera genética, sí que es el estado de cada tipo lo que pueden llegar a variar n función de diferentes factores. Por eso, no está de más el conocer un poco nuestra piel, sus características y hasta los mejores remedios para que puedas lucir siempre un acabado perfecto.

Hay dos tipos de emulsiones: aceite en agua O/W o bien agua en aceite W/O mediante las cuales se puede determinar el biotipo cutáneo, ya que dependiendo de las variaciones en las secreciones es posible diferenciarlos. Pero vamos a traducir todo ello en los términos que conoces muy bien y que es lo que sigue a continuación.

Tipos de cutis: Piel eudérmica o normal

La conocemos como la piel normal y engloba todas aquellas que tienen una buena hidratación, que está sana y por lo tanto equilibrada. Su superficie será más tersa y lisa, además su color se dejará ver totalmente uniforme y el brillo es moderado. Tampoco los poros se verán con impurezas ni por lo tanto obstruidos. Así que, para poder cuidar una piel como esta, tan solo debes controlar que siempre esté hidratada pero no en exceso. Podemos decir que los cuidados serán más básicos donde la limpieza, el tónico, un poco de sérum y la hidratación serán los pasos básicos de cada día. No porque necesite de un cuidado sino que queremos alargar el que ya tiene. A modo de resumen diremos de ella que tiene un pH normal de 5.5. Es lisa, tersa, fina y con buena humectación y lubricación, resiste muy bien los cambios de temperatura. Es la más rara y se dice que solo los niños tienen este tipo de piel.

Características de cada tipo de piel

Piel grasa o seborreica

Esta piel se ve engrosada, tiene los poros dilatados y variaciones de color, la secreción sudorípara y sebácea es abundante. Lo que la hace ver untuosa, brillante y húmeda. Está bien hidratada, tolera los cambios de temperatura y se arruga mucho más lentamente que las demás pieles. Sí, el exceso de sebo es lo que deja ese acabado tan brillante que hemos mencionado, pero no solo eso. Porque además se trata de una piel donde las espinillas y los puntos negros acamparán a sus anchas. Este tipo de piel tiene tendencia a formar comedones, granitos, seborrea, queratosis, quistes alopecia seborreica,  entre otras cosas. Hay que decir que es bastante sensible y para su cuidado necesitas de productos no oleosos, es decir, sin aceites. Lava la piel y aplicar un producto específico para la piel grasa. Recuerda que la limpieza de la misma debe realizarse dos veces al día y una vez por semana, tocará la exfoliación. Opta por una dieta rica en fibra y en alimentos naturales, dejando de lado los fritos o precocinados.

Hidratación para cada tipo de piel

Piel seca

Entre los tipos de cutis más comunes está la piel seca. Su espesor está considerablemente disminuido, los poros apenas son perceptibles, tiene una escasa secreción de sebo y sudor, se la ve opaca y con mala hidratación. Es una piel que se descama fácilmente,  no tolera los cambios de temperatura.  Se siente tirante, se arruga con facilidad, suele tener hiperpigmentaciones, pliegues, queratosis pilar y telangiectasias por la fragilidad capilar. Aunque no lo creas, se trata de una piel muy delicada y por eso, necesitas prestarle el máximo cuidado. Por todos los medios tienes que apostar por las cremas hidratantes así como las mascarillas. Pero por dentro, debes tomar mucha fruta fresca y como no, beber también mucha agua. Algo que te ayudará y no solo para la piel seca. A la hora de limpiarla, recuerda que con el agua micelar, conseguirás resultados increíbles.

Piel mixta

Es la más común de todas, se trata de la conjunción de dos o más biotipos en un rostro, generalmente este tipo de piel tiene la llamada zona “T” (frente, nariz y mentón) grasa y con espinillas o granitos; las mejillas en cambio se ven más secas. Por lo tanto, a la hora de cuidar otro de los tipos de piel más comunes, no hace falta que compres productos para cada zona del rostro. Sino que habrá uno que sea especial para toda ella. Combinando la acción exfoliante con la hidratante, por ejemplo. De manera que así la piel pueda verse mucho más cuidada. La limpieza, el tónico, el sérum y la hidratación son pasos importantes a tener en cuenta. ¿Qué tipo de piel tienes tú?

Una vez que hayas determinado el tipo de cutis que tienes, puedes elegir los productos que satisfagan las necesidades de tu piel, por ejemplo si tienes un cutis seco tendrás que optar por cosméticos que aporten hidratación a la piel, y si por el contrario es graso, éstos tendrán que controlar el exceso de sebo y aportar agua en caso de que la piel a su vez esté deshidratada.


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